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El pais de los tecnocretinos...

Para ver la cosa más clara, olvidemos por un instante las computadoras, el software y todo eso. Siempre hemos estado condicionados a considerar estas cosas como útiles pero difíciles, es decir, a renunciar a formarnos una opinión personal acerca de este tema. Nos han dicho que es demasiado complejo y que debemos limitarnos a seguir la sabia elección de los que se dicen expertos (por ejemplo, la revista americana Byte, de gran difusión, tiene en su logotipo la leyenda ``Byte, because the experts decide''--Byte, porque los expertos deciden).

Dejemos de lado por un instante a los expertos, para ir a ver lo que pasa en el mundo paralelo imaginario de los TecnoCretinos, en el que una empresa llamada MacroPrensa obtiene poco a poco el control absoluto de todas las imprentas del planeta. Esta no controla directamente los periódicos, pero es la que los imprime con los caracteres MacroPrensa, de los cuales es la única propietaria. Un buen día, tras una gran campaña publicitaria alabando las bondades de un nuevo juego de caracteres que permitirá obtener periódicos más modernos, esta empresa comienza a imprimir todo con caracteres klingonianos (el alfabeto de los Klingons en la famosa serie StarTrek). De esta manera, nadie más puede leer los nuevos libros o periódicos sin recurrir a la Lupa de la MacroPrensa, disponible a la venta en todos los kioscos, donde es distribuída con cargo a los editores de periódicos. El público, encantado de la maravillosa novedad tecnológica, se adapta y compra la Lupa. Envalentonados por el exito de esta iniciativa, MacroPrensa comienza a cambiar el juego de caracteres periódicamente, todos los años, y después todos los semestres; las viejas Lupas ya no pueden leer los nuevos periódicos y hace falta renovarlas con grandes gastos cada dos ó tres meses. Un competidor de MacroPrensa ve ahí una gran ocasión para producir una Minilupa mucho menos costosa que la Lupa Macroprensa, y comienza a venderla en los kioscos. Pero los kioscos tienen un contrato de exclusividad con MacroPrensa y rehusan distribuirla. Peor aún, MacroPrensa demanda ante la Justicia al competidor, por ser culpable de haber analizado los caracteres klingonianos a fin de construir la Minilupa, en violación de los derechos de autor, y gana.


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1999-07-10