Esteganografía

La esteganografía (también llamada cifra encubierta, [CES91]) es la ciencia que estudia los procedimientos encaminados a ocultar la existencia de un mensaje en lugar de ocultar su contenido; mientras que la criptografía pretende que un atacante que consigue un mensaje no sea capaz de averiguar su contenido, el objetivo de la esteganografía es ocultar ese mensaje dentro de otro sin información importante, de forma que el atacante ni siquiera se entere de la existencia de dicha información oculta. No se trata de sustituir al cifrado convencional sino de complementarlo: ocultar un mensaje reduce las posibilidades de que sea descubierto; no obstante, si lo es, el que ese mensaje haya sido cifrado introduce un nivel adicional de seguridad.

A lo largo de la historia han existido multitud de métodos para ocultar información. Quizás los más conocidos hayan sido la tinta invisible, muy utilizada durante la Segunda Guerra Mundial, o las marcas de cualquier tipo sobre ciertos caracteres (desde pequeños pinchazos de alfiler hasta trazos a lápiz que marcan un mensaje oculto en un texto), pero otros mecanismos más `extravagantes' también han sido utilizados: por ejemplo, afeitar la cabeza de un mensajero y tatuar en el cuero cabelludo el mensaje, dejando después que el crecimiento del pelo lo oculte; podemos repasar algunos modelos esteganográficos cuanto menos curiosos en [Kah67].

Con el auge de la informática, el mecanismo esteganográfico más extendido está basado en las imágenes digitales y su excelente capacidad para ocultar información; aunque existen varias formas de conseguirlo ([vSTO94]), la más básica consiste simplemente en sustituir el bit menos significativo de cada byte por los bits del mensaje que queremos ocultar; dado que casi todos los estándares gráficos tienen una graduación de colores mayor de lo que el ojo humano puede apreciar, la imagen no cambiará su apariencia de forma notable. Otros elementos donde ocultar información son las señales de audio y video y el propio texto ([BGML96]); aunque históricamente nunca han estado tan extendidas como la anterior, en los últimos tiempos el interés por los mecanismos de ocultación de información en formatos de audio (principalmente MP3) y video ha ido en aumento. Y no es de extrañar: a nadie se le escapa que con la cantidad de protocolos peer to peer de intercambio de archivos (e-Donkey, Morpheus...) que existen en la actualidad, y que son usados por millones de usuarios para intercambiar ficheros MP3 y DIVX a través de la red, el volumen de información que puede viajar camuflada en los mismos es impresionante. Esto, que a la mayor parte de los mortales nos da un poco igual, es un área de gran interés para las agencias de inteligencia de todo el mundo (muy en especial desde los desgraciados sucesos del once de septiembre pasado), debido al peligro que entraña el intercambio de información discreto, rápido y efectivo que puede establecerse entre miembros de redes terroristas desde cualquier punto del planeta, sin más que un PC conectado a Internet y un programa cliente de cualquiera de estos protocolos.
© 2002 Antonio Villalón Huerta